El último Conteo de Personas Sin Hogar evidencia un cambio en las historias de vida de los sin techo, según el presidente de Coalición de Coaliciones

martes, 18 de julio de 2017                                             Por Gabriela Saker Jiménez

En el 2016, más de la mitad de las personas sin hogar entrevistadas en el Conteo afirmó que esta era la primera vez que vagaban por las calles. (Archivo / GFR Media)

La crisis económica del país ha trastocado el orden de las calles. Mientras, por años las personas sin hogar reconocían que el principal factor que los había arrastrado a vagar las calles había sido el uso problemático de drogas, este año, el peso ha caído sobre los problemas económicos y financieros, el desempleo y el desahucio.

El análisis que da a los números el presidente de Coalición de Coaliciones, Francisco Rodríguez, apunta a que la crisis económica ha cobrado factura en las calles. Se ampara en que un 52% de las personas entrevistadas por su organización, líder del Centro de Cuidado Continuo 503, vagaban las calles este año por primera vez. Junto a un batallón de voluntarios, la Coalición recorrió 54 municipios de las sur, este y oeste de la Isla para levantar los datos del Conteo de Personas Sin Hogar 2017.

Si alguien sabe de ese fenómeno en carne propia es Rodríguez. Hace 20 años, con estudios en economía y maestría en planificación, este quedó despojado de su hogar tras un problema de desempleo crónico. Una vez recuperado, se empapó de los programas federales que existen para ayudar a personas que, como él, vagaban las calles sin las herramientas para reinsertarse al ruedo laboral. En los últimos 10 años, han logrado estabilizar los fondos y actualmente reciben unos $20 millones para programas de ayuda.

“El 100% de nuestro fondo para atender la situación de personas sin hogar viene de fondos federales. Cualquier movimiento allá pone en vulnerabilidad todos nuestros programas”, alertó.

Para atender el problema, cree que primero deben ubicar en viviendas, cuanto antes, a las personas que por primera vez están en las calles, que se promueva la reubicación inmediata en empleos y que las instituciones financieras tengan apertura para buscar alternativas antes del desahucio.

“Hay que tratar la deambulancia como un problema sistémico atado a la pobreza. Si (una persona) está en niveles bajos de pobreza, está a un cheque de estar en la calle”, concluyó.

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