Organizaciones brindan servicios a una población que es ignorada por gran parte de la sociedad
martes, 17 de febrero de 2015 – 12:00 AM Por: Pedro A. Menéndez Sanabria
PONCE – Durante la pasada temporada navideña, políticos, atletas y grupos cívicos lideraron esfuerzos públicos para brindar cenas a personas sin hogar, acto que más allá de servir como una oportunidad para ganar puntos con el pueblo y cumplir con una labor social no resuelve los problemas de esta población que luego desparece del lente del ojo público el resto del año.
No empece a esto, en Puerto Rico existen varias organizaciones que a diario trabajan para mejorar la calidad de vida de las personas que no tienen un techo seguro por medio de la coordinación de servicios y la implementación de programas para combatir diversos problemas complejos como la adicción, el discrimen y el desempleo.
De acuerdo a Francisco J. Rodríguez Fraticelli, director ejecutivo de la organización Coalición de Coaliciones, en Puerto Rico impera el desconocimiento en cuanto a personas sin hogar se refiere y al día de hoy las agencias gubernamentales toman decisiones basadas en información especulativa ya que no existen estadísticas reales que muestren un panorama concreto de dicha población.
“Es una población que lleva muchos años con unas grandes necesidades de servicios no satisfechos. Por ejemplo en el área sur tenemos escasamente 15 camas de albergue, específicamente en Yauco, mientras en Ponce que documenta sobre cerca de 200 personas en las calles, apenas tienen disponible unas 50 camas para vivienda transitoria”, resaltó Rodríguez Fraticelli, quien agregó que a diario tiene que lidiar con mitos como que todas estas personas carecen de educación y que llegaron a esta situación por elección propia.
Se puede salir de la calle
Muestra de que esta percepción es errónea lo es el testimonio del ponceño Félix Hernández Santiago, quien estuvo en la calles de la Ciudad Señorial por más de 10 años y logró recuperar su vida gracias a la ayuda de los programas de la organización.
“Cuando uno está en ese mundo uno se va dando cuenta mientras más se hunde de lo que va perdiendo. Como persona uno mismo se destruye y luego acaba todo lo que es la unión familiar, madre, padre, hermano, inclusive vecinos y amigos. Uno se da cuenta que no es bueno y que quiere salir de la situación”, confesó este hombre delgado residente de la Perla del Sur, quien dijo haber completado el cuarto año en la escuela vocacional de Ponce y trabajado en varios proyectos de construcción como operador de equipo pesado.
Hernández Santiago asiste semanalmente a una clínica alternativa creada por los directivos de Coalición de Coaliciones donde se le receta el medicamento buprenorfina como parte de un paquete de servicios terapéuticos dirigidos a lograr que la persona rompa las cadenas de la adicción.
“A nosotros nos tienen psicólogos y nos dan terapias, que son fundamental para nosotros ya que nos ayuda a subir la autoestima. Hay muchas cosas que necesitamos para trabajar con las situaciones que hemos vivido. La verdad es que solos no podemos”, expresó.
A diferencia de otros programas existentes en la Isla donde el individuo se interna en un local para “romper en frío”, este sistema le permite llevar el medicamento a su casa, por lo que puede mantener contacto con la familia mientras se encuentra bajo tratamiento.
“Si a mí me da la gana de dejar esto solo tengo que dejarlo dentro de la cartera y buscar otra cosa en la calle, pero ¿para que voy a volver para atrás si yo estoy feliz?”, manifestó sonriente. “Antes estaba casado. Todos los días me la pasaba con sueño, bostezando a cada rato, con un lagrimeo y muchas veces con fiebre. Los huesos me dolían todo el tiempo, pero ya no. Ahora tengo mi casa y mi esposa. Mi mamá la perdí, pero tengo a mi papá y mi hermano y ellos han visto el cambio”, añadió.
Apremia trabajar con la salud mental en Puerto Rico
De igual manera se expresó Alfred Santiago, otro participante del programa, quien coincidió con su compueblano en que es vital que una persona quiera salir de su situación para poder reincorporarse a la sociedad, pero destacó la importancia de herramientas externas que puedan propiciar el cambio, las que a su juicio no son ofrecidas por las agencias gubernamentales.
“El problema de salud mental en este país es terrible y el gobierno no está haciendo lo que tiene que hacer. ¿Cómo tú pretendes sacar a la gente de la calle si no hay ayuda? ¿Cómo tú pretendes que no lleguen a eso si no hay trabajo? Ahora mismo tú vas a una agencia y no hay trabajo y eso frustra. Habemos muchos que por lo menos quisiéramos barrer una plaza pero ni eso, chico. Necesitamos sacar a la gente del ocio porque eso te lleva a lo malo”, expuso el joven sureño.
La vivienda es solo el primer paso
Otro de los programas que la Coalición de Coaliciones ofrece a los ciudadanos que no cuentan con un techo seguro -grupo que incluye desertores escolares, víctimas de violencia de género, envejecientes y profesionales desempleados-, se llama Colabora, el cual está dirigido a encontrarles vivienda y lograr que sean autosuficientes.
“Una persona necesita más que una vivienda, por lo que bajo este programa ofrecemos servicios sicológicos, consejería vocacional y una serie de ayudas ya que la meta no es solamente sacarlos de la calle sino que no regrese”, explicó Rodríguez Fraticelli.
El experto advirtió que el número de personas sin hogar en la Isla probablemente aumentó en los pasados años debido, en parte, a que pese a que en la Isla existe una gran demanda de viviendas de bajo costo (realidad que se refleja en las listas de espera de los programas Sección 8 y Vivienda Pública), proliferó el desarrollo de proyectos residenciales de alto costo y se ha experimentado un aumento en el costo de renta promedio.
“Los problemas están allá afuera, la diferencia es que mientras tú y yo hemos desarrollado maneras para enfrentarlos estas personas, por diferentes situaciones o complejidades a lo largo de sus vidas, cayeron y necesitan que le damos apoyo”, concluyó.
http://www.elnuevodia.com/noticias/locales/nota/personassinhogarrequierenmasqueunplatodecomidaalano-2008482/